miércoles, 23 de abril de 2014

LEAL

 Me subo a la lona; me tiemblan tanto las manos que apenas logro agarrarme a los bordes. Zeke me aprieta las correas sobre la espalda y las piernas y encaja la urna detrás de mí, mirando hacia fuera para que las cenizas se dispersen. Me quedo mirando Lake Shore Drive mientras me trago la bilis y empiezo a deslizarme.
 De repente quiero echarme atrás, pero es demasiado tarde, ya estoy desplomándome hacia el suelo. Entonces grito tan fuerte que me dan ganas de taparme los oídos. Noto el grito vivo en mi interior, llenándome el pecho, la garganta y la cabeza. 
 El viento me irrita los ojos, pero me obligo a abrirlos y, en un momento de terror ciego, entiendo porqué Tris se tiraba de este modo, con la cara por delante: porque era como volar, como si fuera un pájaro. 

1 comentario:

  1. Anónimo9:02

    Me encanta este blog. Me hace llorara. Es precioso!

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