Sigue las baldosas amarillas.

 Y la vida sigue. Es nuestra decisión seguir adelante o quedarnos viendo como pasa delante de nuestras narices. No nos podemos derrumbara la primera de cambio y si la vida coge el camino equivocado hay que volver a la carretera. Si en las bifurcaciones no sabes que camino coger, no lo pienses, corre. Si no es el correcto ya lo solucionarás pero recuerda que en la vida los atajos solo llevan a carreteras secundarias y en ellas solo hay gente perdida que busca la autopista. Pase lo que pase no dejes de seguir el camino de baldosas amarillas y recuerda que cuando llegues a Ciudad Esmeralda yo estaré ahí, esperándote.~Pauloba